sábado, 29 de septiembre de 2012

¡Sonría por favor!



Decía Aristóteles que "el hombre es el unico animal capaz de sonreir", así que encontrar esta foto me ha dejado un poco perplejo. La risa (y también el llanto) son comportamientos sanos y beneficiosos para todos nosotros. El buen humor reduce los estados de estrés; la risa oxigena el cuerpo, regula el ritmo cardíaco y unas buenas carcajadas son capaces tanto de movilizar centenares de músculos (faciales y abdominales) así como de liberar en nuestro cerebro endorfinas. Un antiguo proverbio chino ya nos advertía de ello: “para estar sano hay que reír treinta veces al día como mínimo”.

Parece ser que una zona del cerebro del tamaño de una nuez es la responsable del sentido del humor y de sus cambios, situado en el lóbulo frontal derecho. El mecanismo cerebral del humor es muy complejo, pero es innato al ser humano y existen diferencias entre el sentido del humor de hombres y mujeres, y entre los adolescentes y los adultos, según estudiosos del tema. No se si esta zona se empequeñece con la edad sin embargo, conforme cumplimos años nos reímos menos, perdemos la espontaneidad de la carcajada y la frescura de encontrar la parte cómica a muchas situaciones cotidianas. Mientras los niños sonríen más de trescientas veces al dia, las personas mayores no superan las ochenta.




¿Sabíais que la sonrisa puede ser un predictor de cuánto tiempo se va a vivir? Un estudio (2010) que a su vez nos puede hacer sonreir, ha comparado la longevidad entre sujetos de rictus serio con los de sonrisa plena, estableciendo la diferencia entre su supervivencia en siete años. Lo curioso del mismo es que esta investigación partió de unos cromos de jugadores de béisbol anteriores a 1950, aquellos jugadores que no sonreían vivieron de promedio hasta los 72,9 años, pero aquellos que lucían sonrisas radiantes vivieron de media hasta casi 80 años. Independientemente de la dificultad para controlar las variables de este "estudio" me quedaré con las ganas de averiguar si los que sonreían más (en los cromos) tenían una vida más saludable, si los serios (en estas fotos) ya presentaban molestias que apuntaban hacia alguna enfermedad o si los más animosos (o que fingieron su sonrisa) vivieron más por saber afrontar mejor las dificultades.


Ron Gutman nos comenta a través de este video que ha sido visto por más de un millón de personas, la siguiente reflexión: sonreir ayuda a llevar una vida más feliz, saludable y con resultados más positivos. Aunque sus razonamientos están un poco sesgados imputando una relación directa de causalidad y reinterpretando los estudios de forma diferente a los investigadores que generaron la información vale la pena realizar su visionado por su amena explicación basada en diversos estudios que tratan de la relación entre la sonrisa y la salud (longevidad y bienestar).











Charles Darwin también formuló su teoría de que no solamente sonreir era el resultado de sentirse bien sino que el acto de sonreír en sí era capaz de hacernos sentir mejor. Sonriendo se estimula el sistema de recompensa del cerebro de una manera que induce al placer. Seguro que estas razones han conducido al desarrollo de la risoterapia como propuesta válida para producir beneficios mentales y emocionales por medio de la risa.
El médico estadounidense Doherty Hunter "Patch" Adams (Washington DC,1945), ha sido impulsor de la utilización de la risoterapia con fines médicos y sociales, y valedor de la inclusión de ésta en la medicina moderna. Su obra se popularizó a través de la película Pacth Adams (1998), protagonizada por Robin Williams. Inspirador de movimientos tan divertidamente solidarios y humanos como PayaSOSpital o Payasos sin fronteras. Vaya mi reconocimiento a su labor.


El próximo viernes dia 5 de octubre se propone la celebración del Dia Mundial de la Sonrisa, que viene celebrándose cada primer viernes de octubre desde 1999 a propuesta de la Harvey Ball World Foundation , la cual fue creada en 1963 por este artista de Worcester. Esta imagen se convirtió en el símbolo mas reconocible de  la buena voluntad y del buen rollo en todo el planeta.

Os dejo con una poesía de Mahatma Gandhi que anima a regalar sonrisas. Tras lo expuesto parece que contagiar una sonrisa podría transmitir salud así que ¡ánimo!: El valor de una sonrisa


Una sonrisa no cuesta nada y rinde mucho.
Enriquece al que la recibe sin empobrecer al que la da.
No dura más que un instante, pero a veces, su recuerdo es eterno.
Nadie es demasiado rico para prescindir de ella, nadie demasiado pobre para no merecerla.
Es el simbolo de la amistad, da reposo al cansado y anima al deprimido.
No puede comprarse, ni dejarse, ni robarse, porque no tiene valor hasta que se da.
Y si alguna vez encuentras a alguien que no sabe dar una sonrisa: sé generoso, dale la tuya.
Porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa como aquella persona que no sabe darla a los demás.

jueves, 20 de septiembre de 2012

¡Cuando menos es más!

El uso de la sal en la alimentación seguramente está asociado con su utilización en la conservación de los alimentos. Es más, puede ser que los restos de sal que quedaran en los alimentos así tratados los dotara de cierto toque sensorial que convirtieron este conservante en un aditamento culinario muy preciado. Por este u otros motivos, su producción, uso y comercio ha llegado a tener gran relevancia en la historia del ser humano. A modo de ejemplo, basta recordar que los romanos nombraron salario al pago en este material que hacían a sus legionarios; que los mayas la emplearon como moneda; que los franceses costearon con un impuesto sobre la sal (“gabelle”) sus deudas en la Guerra de los 100 años, o que la independencia de la India comenzó con la llamada “marcha de la sal” que lideró Gandhi en 1930. 

Si la analizamos friamente, la sal es la única roca mineral comestible consumida habitualmente por el ser humano. Y es que algo tiene la sal que subyuga a mucha  gente. Dijo Khalil Gibran que "Debe haber algo extremadamente sagrado en la sal que está en nuestras lágrimas y en el mar". Sin embargo, no fue hasta el siglo XVII, cuando Robert Boyle constató el sabor salado de algunos fluidos corporales y evidenció la presencia de sal en ellos. Conocemos que nuestro cuerpo contiene alrededor de 100 g de sodio, pero ello no es razón para haber rebasar con tanta alegria los valores de ingesta seguros suficientes para cubrir las necesidades. 

Un estudio ha estimado que la ingesta media de sal de la población española se aproxima a los 10 g. Los datos alarman cuando recordamos que la Organización Mundial de la Salud (2003) recomendó no superar el consumo de 5 g diarios de sal (2 g de sodio). De esos 10 g, por termino medio, 2  provienen de la sal añadida en el cocinado o en la mesa. Otros 7 g provienen de alimentos procesados, siendo los embutidos, el pan y derivados, los quesos y los platos preparados los principales responsables. Y un gramo más corresponde al contenido natural de los alimentos.
La verdad es que tomamos excesiva cantidad de sal y su consumo exagerado nos puede hacer enfermar. No debemos olvidar que los estudios destacan que las poblaciones que consumen más sodio tienen presiones arteriales más elevadas, mayor pérdida de calcio y mas riesgo de presentar cáncer gástrico.
La preocupación por el tema empieza a ser tan grande que hasta la administración ha tomado carta en el asunto: Plan CUIDATE+: menos sal es más salud, le llaman. Pretenden conseguir el objetivo  de llegar a una media de consumo de 8,5 g/día en 2014. y para ello confian en formar a la población para que sepa leer las etiquetas de los alimentos y así elijan aquellos que contienen menos sal y  como no en convencer para que su utilización culinaria se reduzca. 

En el post pasado comentaba el debate sobre la utilidad del etiquetado nutricional pero cuando la etiqueta dice que la cantidad de sal por 100 g es de 1,25 g, piensa que ello es excesivo. Prefiere aquellos productos cuyo contenido no supere los 0,25 g por 100.  Si la etiqueta lo expresa como sodio recuerda que un gramo de sodio equivale a 2,5 g de sal. La web nos ayuda a descubrir la sal de los alimentos. Una buena y lúdica herramienta para tomar conciencia de la sal contenida en los alimentos la encontramos aquiPiensa que existen alimentos que contienen sal pero no lo manifiestan, como el pan.  

Y es que reducir significativamente la cantidad diaria de sal sin la participación de la industria alimentaria y de los consumidores es prácticamente imposible. En 2004, En 2004, un acuerdo entre el Ministerio de Sanidad y Consumo, la Confederación Española de Organizaciones de Panaderías (CEOPAN) y la Asociación Española de Fabricantes de Masas Congeladas (ASEMAC) posibilitó la reducción progresiva del porcentaje de sal utilizado en la elaboración de pan, desde 22 g de NaCl/kg de harina hasta 18 g de NaCl/kg. Medida imperceptible para el paladar del consumidor. Ahora se pretende una reducción del 20% del contenido de sal en los productos alimentarios para el 2014, mediante acuerdos con las industrias de alimentación, de bebidas, catering y restauración. Razones y evidencias no faltan, habida cuenta que en nuestro medio, un 49% de la enfermedad isquémica cardíaca y el 62% de las enfermedades cerebrales vasculares son atribuibles al consumo excesivo de sal.

Un  artículo de Bibbins-Domingo et al publicado en el The New England Journal of Medicine, cuantificó los potenciales beneficios que se conseguirían en Estados Unidos, derivados de la disminución en la ingesta media poblacional de unos 3 g de sal dietética por día, esto es 1,2 g de sodio. Se estimó que encontrarían una reducción anual de entre 44.000 y 92.000 muertes debidas a coronariopatías, accidentes cerebrovasculares e infartos de miocardio, con beneficios para todos los segmentos de la población. Incluso consiguiendo una reducción  de 1 g de sal por día se conseguiría una disminución de 15.000-32.000 muertes anuales por estas causas.

Ante todo ello puedes hacer mucho por tu salud y la de los tuyos: Elimina el salero de la mesa; utiliza sal iodada; aliña los alimentos con hierbas aromáticas para poder prescindir de la sal. Porque como  titulaba el post ¡Cuando menos es más! nos ayuda a recordar que  menos (sal) es más (salud).

Y es  que para los supersticiosos hasta derramar la sal tiene sus repercusiones y ¿por qué malas suerte? Parece ser que como la transacción del "salario" se llevaba a cabo mediante bolsitas de cuero, el hecho de no darla en mano con seguridad podía conducir a conflictos por perdida de parte del salario, así que la mejor forma de evitar disputas era dejar la sal encima de la mesa para que el "asalariado" la tomara y no se derramara.

Creo que no podemos tener mejor despedida  que una canción de Joaquin Sabina: "Besos con sal", de su trabajo Esta boca es mía (1994)


domingo, 2 de septiembre de 2012

Las bicicletas ¿sólo para el verano?

¿Qué haríais si os dijese han descubierto un fármaco que previene las enfermedades cardiovasculares, disminuye el riesgo de padecer cáncer, ayuda a no engordar  y mejora la calidad de los huesos? ¿Me preguntaríais cómo conseguirlo? Pues esto ni es una quimera ni química de un laboratorio sino que es una realidad tan accesible como la práctica de actividad física.




Las bicicletas son para el verano es una obra de teatro escrita por Fernando Fernán Gómez,  en la que se narra una historia de un niño, que a pesar de haber sido suspendido, quiere que le compren una bicicleta. El comienzo de la Guerra Civil va a obligar a postergar esta compra mucho más de lo esperado.  Si bien, durante las postrimerías del siglo pasado, la bicicleta ha sido el incentivo para el rendimiento escolar satisfactorio hoy han sido superadas por las nuevas tecnologías para el ocio. Esta tendencia representa claramente el paso del ocio físicamente activo al predominio de las consolas y un ocio fisicamente más pasivo bien entre los niños como en la población adulta.
La bicicleta es una excelente herramienta para poder conseguir los beneficios del ejercicio diario. Está claro que existen otras actividades,ejercicio y deportes cuya práctica genera beneficios para la salud semejantes a los de la bicicleta, pero su accesibilidad universal (que llegue a todos) es mucho más compleja. La clave de la bicicleta es que es que presenta un doble propósito: mejora la salud y sustituye el necesario transporte. Así su uso frecuente como medio de transporte, genera mejoras en salud semejantes a las conseguidas con otros tipos de ejercicio, con la ventaja que la bicicleta se puede integrar a la rutina  diaria. Los mayores beneficios de la bicicleta se encuentran en un uso regular, aquellos que utilizan para su transporte diario (a la universidad o al trabajo) la bicicleta gozan de mayores ventajas para su salud  que quien practica deporte solamente los fines de semana. Además, la presencia de más bicicletas en las calles disminuirá el número de accidentes de tráfico; la congestión del tráfico; la contaminación del aire y la contaminación acústica. Debería ser un objetivo fundamental de la promoción de la salud en cualquier ciudad.

Por supuesto que nos podía quedar la duda sobre si los beneficios en salud de ir en bicicleta superan los riesgos pero una interesante revisión realizada en 2011, nos arroja hallazgos muy interesantes: los beneficios de incrementar la actividad física por optar en ir en bicicleta con respecto a la utilización del coche es 9 veces mayor en terminos de ganacia de años de vida que las perdidas producidas por inhalación del aire contaminado y la mortalidad por accidente.

Amsterdam y Cophenhagen son buenos ejemplos de ciudades en las que se valora la calidad de vida de la ciudad y se potencia el uso de la bicicleta.



El informe "Cycling and Health" (Frogösen I, 2004) se ocupa detalladamente de los efectos positivos de ir en bicicleta sobre las articulaciones, la espalda, así como sobre el sistema circulatorio e inmunológico y representa el mayor estudio que hasta ahora se ha llevado a cabo sobre los beneficios de la bicicleta para la salud. El uso regular de la bicicleta mejora de las funciones del sistema circulatorio (reduce el riesgo de infarto en más de un 50%); previene el dolor de espalda; protege las articulaciones y ejerce influencias positivas para el sistema inmunológico.

Si el uso de la bicicleta implica mejoras para la salud, esos beneficios deben materializarse en el campo económico.Así el uso de la bicicleta reduce significativamente el riesgo de sufrir enfermedades menores, y repercutiría en un ahorro económico producto de la disminución del ausentismo laboral. Según el "British Cycling Economy" (Grous, 2011), un ciclista en promedio está enfermo 7.4 días al año, mientras que alguien que no utiliza bicicleta lo está 8.7 días al año, si se tiene en cuenta que más de tres millones de trabajadores (según el autor) utilizan la bicicleta en Reino Unido, ir a trabajar en bicicleta  representaría un ahorro de 118.562.727 libras anuales.

Si estás animado de añadir salud a fuerza de pedalear recuerda que la duración y la frecuencia de los trayectos se deben ajustar según la condición física, la edad y los resultados que se deseen conseguir. Sólo 10 minutos de pedaleo ya repercuten en la musculatura, el riego sanguíneo y las articulaciones. A partir de 30 minutos aparecen influencias positivas en las funciones del corazón, y a partir de 50 minutos es estimulado el metabolismo graso. Gráficamente los principales beneficios quedarían así:





Ahora que ya conocemos algo más sobre lo interesante de coger la bicicleta para ir a la universidad o al trabajo o simplemente para trasladarte en tu ciudad busca el momento para iniciarte en este saludable hábito.