jueves, 26 de junio de 2014

¿Mi niño está gordo?



No pasa ni una semana sin que alguien nos recuerde que estamos en una sociedad de mucho peso. No, no me refiero a que nuestro estado o nuestra economía tenga mucha influencia sino más bien a una característica física, el acúmulo de grasa, ganada a base de castigar a nuestros genes con excesos de energía y defectos de actividad. Está claro que estamos en un ambiente obesogénico donde la capacidad humana de soportar crisis de hambrunas a base de adaptarnos a la penuria alimenticia ha dado un enorme giro. A lo largo de la historia del hombre nuestros genes han sabido adaptarse para sobrevivir en épocas difíciles (quedando diseñados para el ahorro energético) y ahora que tenemos alimentos de sobra somos incapaces de compartirlo. De tal forma que repartimos el mundo en dos subespecies: gordos y flacos, manera vulgar de decir que o no llegamos o nos pasamos. La obesidad y hambre no dejan de ser las dos cara de una misma moneda, la malnutrición y esta reflejo de la desigualdad social del planeta.


Si antaño el problema de las consultas con respecto a la alimentación era "mi niño no me come" ahora la pregunta y duda es descubrir si mi niño es obeso.

Hace 25 años que un grupo de profesionales arropados por la SEMFyC pusieron en marcha el Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud (PAPPS) para proveer al resto del colectivo de actuaciones que de forma sistematizada y basadas en la evidencia pudieran desarrollarse a través de los centros de atención primaria. Diez años más tarde (hacia 1990) un grupo de pediatras completó el abanico de actividades a los primeros años de vida, constituyendo el Grupo Infancia y Adolescencia del PAPPS. Ahora estos grupos de expertos realizan la actualización 2014 de sus propuestas recogidas en un suplemento publicado este junio en la revista Atención Primaria. Si bien son interesantes todas ellas me paro en el planteamiento análisis y recomendaciones hechas para el cribado de la obesidad infantil y consejo para la prevención de la obesidad.

1. Manifiestan que se puede hacer el cribado de la obesidad infantil mediante la comparación y/o situación del índice de masa corporal (IMC)  en una curva (diferente para niñas o niños) que representa a la población de referencia. Es lo que llamamos percentil. Si tuviéramos 100 niños con estas características ordenados de menor a mayor ¿que lugar ocuparía el niño que estamos estudiando? Pues bien en los mayores de 2 años se establece que si estuviera ordenado con el número 85 o más lo consideraríamos como niño con sobrepeso y si estuviera con el número 95 o más sería clasificado como niño obeso. Y según cada caso se debería de actuar de una manera específica.

2. La "mala noticia" es que no existe suficiente conocimiento contrastado sobre la efectividad de las intervenciones en los casos de obesidad detectados. Así que poco margen de acción tenemos. Algunas experiencias como Niños en movimiento, MOVI y otros, intentan con metodología y algunos resultados incidir en este tema.  Pero dado que revertir de forma eficiente este estado de exceso de peso es complicado lo más sensato es evitar llegar a él y echar mano del "más vale prevenir que curar".

3. En base a los conocimientos actuales podemos empezar a pensar que tienen mayor probabilidad de padecer este problema aquellos infantes en los que concurren circnstancias como la presencia de obesidad en los padres, la macrosomía (peso elevado) al nacer, tengan un comportamiento sedentario o en cuyo hogar se practique una dieta inadecuada.


4. En el seguimiento de los niños mayores de 2 años se apunta que se debe poner mucha atención cuando se ve un rebote adiposo que antes de los 5 años o cuando en un año se produce un incremento de 2 o más unidades en el IMC.
Como estrategias de prevención primaria, estas recomendaciones del PAPPS definen algunos consejos dirigidos a toda la población que realizados por los profesionales de atención primaria en sus rutinarios contactos con los padres y niños pueden ser muy importantes, como por ejemplo:

  • Antes del nacimiento: Actuar para evitar aquellos factores que se han relacionado con un peso elevado al nacimiento (ganancia de peso excesiva de la madre, diabetes...). Las madres deben comer adecuadamente durante el embarazo.
  • Tras el nacimiento recomendar e insistir en promover la lactancia materna y una correcta introducción de los alimentos.

  • Saber respetar el apetito de los niños y no forzar la alimentación. Por cierto creo que aquí es un buen lugar para recomendaros el libro de Julio Basulto (@JulioBasulto_DN): Se me hace bola, en el que realiza una propuesta sensata y basada en la evidecia para incorporar dentro del hogar un patrón de dieta sana que pueda ser asimilado por los hijos. Una buena lectura.
  • Limitar el consumo de alimentos excesivamente energéticos (barritas, tentempiés, algunos lácteos, refrescos azucarados...) Elegir opciones con poco azúcar o sin él.
  • Procurar un consumo adecuado y equilibrado de grasas, frutas y verduras. Elegir opciones con poca o sin grasa y procurar 5 raciones (adaptadas) entre frutas y verduras por día.
  • Incentivar la práctica de actividad física tomando todos parte activa en ello. (Entre 30 y 60 minutos cada día adaptando a la edad)
  • Limitar a un máximo de dos horas las actividades sedentarias (tv, ordenador, video juegos...)
Pero para todo esto es realmente imprescindible crear un ambiente familiar que envuelva a todos sus comonentes  a realizar las actividades recomendadas. Se me ocurre que comer todos juntos apagando la televisión o tener un huerto urbano pueden ser buenos puntos de partida para tener familias sanas y activas. Además el profesional deberá tener en consideración el entorno y las características socioculturales de la familia.

Aún se me antoja dificil la implicación de nuestros políticos para lograr movilizar a la sociedad en contra de la obesidad pensando en ejemplos como la pro-actividad de Michelle Obama.


domingo, 15 de junio de 2014

Crisis? What crisis?


Nos dicen que la crisis se ha acabado. Como si por  decirlo y a base de repetir este mantra la palabra se convirtiera en realidad. ¡ABRAN LOS OJOS! Que el último informe de Cruz Roja sobre la Vulnerabilidad Social lo deja bien claro.  Ese informe es una radiografía social de la población atendida del cual se pueden extraer un cúmulo de reflexiones. Algunas como las siguientes:
  • La vulnerabilidad se feminiza: la atención se produce con la ratio de seis mujeres por cada cuatro hombres atendidos. 
  • Afecta, casi por partes iguales, a las personas en edad más activa y a las que tienen más de 80 años: “No hay niños y niñas ricos en hogares pobres”. 
  • El desempleo masivo empuja a la pobreza y a la vulnerabilidad pero tener estudios no blinda contra el riesgo social. 
  • Los principales problemas económicos son carecer de ingresos, tener rentas inferiores a 500 euros mensuales, percibir pensión de viudedad de baja cuantía y ser parado/a de larga duración (más de 2 años).
  • Los problemas de vivienda están en aumento entre la población y como es lógico, este panorama está influyendo negativamente en la vida familiar. La mal trecha economía doméstica ha de dirimirse entre hipotecas y comida, dos bienes protegidos por la constitución.
  • Los problemas se acumulan. Casi la mitad de las personas atendidas tiene problemas como la dependencia, otra enfermedad grave, discapacidad sobrevenida y depresión (todo ello más presente en mujeres que en hombres).

El blog de "El Francotirador" Héctor Esteban (@Hesteban15) recientemente, narraba una historia "tan dura como real". En resumen, en una clase de primaria de un colegio público, la madre de una niña que celebraba su cumpleaños, repartía zumos y bollos entre los escolares. Un niño se le acercó para preguntarle si le había sobrado algún zumo. Ella tras ofrecérselo le apostilló: ¿Qué te has quedado con hambre? a lo que él respondió: "No, pero así mañana tendré algo para desayunar".

Y mientras tanto, cada año se generan en nuestro país 7,7 millones de toneladas de desperdicios alimentarios de los que una parte nada despreciable, el 42%, corresponde a los hogares. Según una encuesta realizada por Consumolab (Ainia), seis de cada diez consumidores reconocen que despilfarran alimentos en alguna ocasión sin embargo, esta conciencia no tiene traducción directa con los hábitos. 


Propuestas interesantes fueron objeto de otra entrada de este blog. Lamentablemente esta pasando totalmente desapercibido la proclamación del Año Europeo contra el despilfarro de Alimentos que ha querido plasmarse en estas imágenes.

Una de las dinamizaciones más interesantes de SESPAS es, sin lugar a dudas para mi, los análisis bianuales que realiza sobre diferentes temas relacionados con la salud. Análisis, reflexiones y recopilatorios que escritos por un grupo de profesionales diversos publica  cada dos años desde 1998. Este año el Informe SESPAS 2014 se ha dedicado a la crisis económico - financiera y sus implicaciones en la salud. Muy interesante en conjunto y de recomendada consulta, pero quiero traer a colación uno de los artículos que aborda el impacto de la crisis en el derecho a una alimentación saludable.


El derecho a la alimentación supone el acceso y disfrute a los alimentos y nutrientes básicos que se necesitan para desarrollar una vida sana y activa. Un 4% de la población de nuestro país carece de recursos para hacer frente a su alimentación básica. Y es que la crisis ha condicionado grupos (con menos ingresos, menos estudios, minorías étnicas) que presentan inseguridad alimentaria.

Los ciudadanos han tenido que cambiar sus hábitos para recortar gastos. Se ha reducido la cantidad de alimento ingeridos y el gasto de compra de alimentos caros, carne de vacuno, pescado que se compensa con un aumento de consumo de pollo, carne transformada y congelada, y de legumbres. Se compra en lugares que ofertan mejores precios  aunque no siempre este criterio se asocia a la calidad nutricional. La crisis favorece la compra de alimentos altamente procesados, energéticos pero menos nutritivos, que paradójicamente conducen al aumento de la prevalencia de obesidad en niveles socioeconómicos bajos. 

Queda mucho camino por recorrer, mucha educación por hacer, mucha solidaridad (bien entendida) por practicar y sobre todo hace falta mirar a la crisis y sus problemas directamente a los ojos. Y sobre todo lo que no podemos es mirar hacia otro lado y preguntarse como sino fuera con uno: Crisis? What crisis? 



domingo, 8 de junio de 2014

Y mañana ¿que hago de comer?




Siempre digo que una comida es el reflejo diferido de un acto cuyo inicio, para una inmensa mayoría,se produce cuando por la noche anterior o por la mañana una persona se plantea... y ¿qué haré de comer? Hoy he encontrado argumentos que ratifican esta sospecha.

La planificación de los menús familiares es realmente un elemento importante para asegurar una dieta variada y equilibrada. Pero nuestra idiosincrasia hace que un 82% de los hogares españoles improvise su menú semanal o que como máximo se planifique con 1 ó 2 días de antelación. A pesar de la recomendación de que toda la familia comparta el mismo menú, se constata que en el 25% de los hogares con niños se elabora una comida diferente para ellos. Al menos estas son la conclusiones que establecen los resultados de un estudio realizado por una firma de investigación de mercados, promovido y divulgado por un grupo de la alimentación que discurre entre luces y sombras

En un post anterior me atrevia a ofrecer algunas ideas a fin de optimizar las rutinas que    hacemos como consumidores para realizar una dieta saludable. En resumen pasaban por planificar, comprar alimentos de temporada, utilizar alimentos “costo-nutritivos”, ajustar la compra a las necesidades y utilizar agua como bebida.


Con unos pocos conocimientos y mucho sentido común podemos manejarnos con cierta soltura aunque también podemos servirnos de los llamados planificadores. Si existe necesidad de un asesoramiento más fino o circunstancias especiales lo mejor es confiarse a un profesional y quién mejor preparado que un dietista-nutricionista. (Creo que existen colegios oficiales de dietistas nutricionistas en las siguientes CCAA: Navarra, Cataluña, Comunitat Valenciana, Baleares, Aragón, Castilla La Mancha, País Vasco, Castilla-León, Galicia, Madrid, Andalucía, Murcia, Canarias, Cantabria,… Disculpad si me dejo a algún colegio pero como profesión emergente que es, corro ese riesgo).


A fin de poder echar una mano se han diseñado y puesto al servicio de los internautas diferentes aplicaciones para proponer menús semanales variados que pueden ser de gran ayuda para optimizar la dieta y racionalizar las compras. El trabajo de un planificador de menú es elaborar planes de comidas para cumplir objetivos específicos: cubrir las necesidades nutricionales; ayudar a realizar restricciones dietéticas que se derivan de condiciones médicas adversas o simplemente para ahorrar tiempo o dinero. 


El planificador que pone a disposición Eroski Consumer, se inicia con una tabla sencilla (5 comidas para cada día) que propone un menú para cada semana del año, considerando los alimentos de temporada.


Permite conocer, clicando sobre cada plato,  la receta, la composición y el semáforo nutricional de cada propuesta. Además te deja calcular el perfil nutricional de un individuo (energía, azúcares, grasa, sal y fibra), personalizar o variar el menú e imprimir esta información e incluso el listado de la compra.




El segundo que os comento (no sigo ningún orden premeditado) está incluido en la web de Consum. Es muy visual, explicando la dieta sobre fotos o imágenes (recetas nuevas, sencillas y baratas). Te permite elegir el número de comensales, el tipo de familia (estilo de vida) y el tipo de dieta que se quiere seguir (ligera, vegetariana, rica en fibras o te dejas aconsejar).

Te permite intercambiar platos en otros. Y al clicar sobre ellos te da los ingredientes, la forma de preparación, platos recomendados y la información nutricional. Además te saca la lista de la compra total y da opción de imprimirlo directamente.


En otra entrada de este blog ya hablamos también de una web interesante (sin coste alguno, acceso por registro) de nombre Receteame que bajo el lema “Llena tu nevera de buenas ideas” presentaba un original servicio para ayudar a las personas a la hora de la cocina. Un repertorio accesible de miles de recetas de varias webs, con recomendaciones sobre restricciones alimentarias y con su información nutricional. Una buena ayuda desarrollada en la Universidad Politécnica de València por el Grupo de Tecnología Informática e Inteligencia Artificial, con amplia experiencia en el campo de los sistemas inteligentes.






El siguiente ¿Qué comemos hoy? es el que encontramos en Domiciliaria.es. Muy flojo. Sólo refiere comidas y cena, si bien la cena suele ser tan sólo de un plato. Permite imprimir el menú propuesto, el recetario y la lista de compra.




 

Por último os presento algunos "patrocinados"  que son o han sido utilizados comercialmente por sus correspondientes empresas. Lógicamente esto significa la posibilidad de promoción preferente de sus productos y la necesidad de ser filtrados racionalmente. 

De ellos el que veo más práctico es el Menú Planner, herramienta interactiva de Nestlé que permite asegurar el equilibrio nutricional en las raciones diarias y semanales de los alimentos (frutas, verduras, legumbres, carnes, pescados, etc.) y en la distribución de calorías por tipos de nutriente (50-55% de energía procedente de hidratos de carbono, 15% de energía procedente de proteínas y 30-35% procedente de grasas).


Como digo, existen otros: Planificador de Menús Knorr y  el de Gallina Blanca, que se auto definen como planificadores. Os dejo a vuestro criterio su visita ya que a mi no me han convencido mucho.

Y ahora deberíamos ponernos manos a la obra e intentar clarificar mente, cuerpo y nevera para saber que hemos de comprar y comer esta semana que comienza.  Aunque quizá nos convenga recordar algunos consejos para realizar una alimentación saludable como los que comentamos en este post¡Animo!






domingo, 1 de junio de 2014

¡Que salados que somos!

Tomado de http://www.amazon.es/Alessi-Banana-Bros-pimentero-termoplástica/dp/B00165RE0C
Los adjetivos que aplicamos a las personas resultan a veces de lo más curioso. Jugando con los sabores somos capaces de identificar y alabar lo dulce que es una persona cuando es suave, tiene buenos sentimientos y en su trato con los otros no le gusta gritar creando rápida empatía. También conocemos personas amargas y amargadas como resultado de haber experimentado resentimiento por frustraciones, fracasos o disgustos. O aquellas que resultan ácidas o agrias bien porque rallan la ironía o la impertinencia al decir cosas que corroen a quien las oye. Pero también las hay saladas, que según latitudes las describen como personas con mala suerte o bien, tal y como lo entendemos los que compartimos península ibérica, son aquellas que tienen "su punto", su gracejo, su alegría,  su picardía.


De una persona con gracia decimos que tiene “salero” o que es“salerosa”. Al hacerlo estamos evocando, un período en que la llamada “sal de mesa” fue quien marcaba la diferencia en muchos guisos. Como digo el "punto de sal" es uno de esos conceptos gastronómicos en los que no siempre existe consenso sobre su equilibrio y fácilmente pasamos de estar soso  a sentido o salado ... porque para gustos colores o ¿debería decir sabores? Que ya lo dicen algunos dichos "Por falta o sobra de una grano de sal el mejor guisado sabe mal" o "Qui guisa salat guisa pel gat" (quien guisa salado guisa para el gato).

Pero no sólo es una cuestión de gustos, la salud también se resiente y mucho de ello. La evidencia científica relaciona el consumo excesivo de sal con la hipertensión arterial y la enfermedad cardiovascular, aunque no en todas las personas presentan la misma sensibilidad:

Tomado de A Coca en  Memoria_Plan_de_reduccion_del_consumo_de_sal - AESAN 2009
Pero también con otros procesos como son la osteoporosis, la litiasis renal y el cáncer gástrico

Un estudio en 2011 estimó que la ingesta media de sal de la población española se aproxima a los 10 g. Datos que alarman porque duplican las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (2003) de no superar el consumo de 5 g diarios de sal (2 g de sodio). 

De estos 10 g: 2 g provienen de la sal añadida en el cocinado o en la mesa; 7 g provienen de alimentos procesados, siendo los embutidos, el pan y derivados, los quesos y los platos preparados los principales responsables y 1 g más que corresponde al contenido natural de los alimentos.

Si lográramos una reducción universal de unos 1,2 g de Na o 2,9 g de sal/día en la ingesta de sodio (pasar a una media de 7 g de sal/día) se calcula que podríamos reducir a la mitad el número de personas que precisarían tratamiento antihipertensivo, en un 22% el número de muertes por accidente cerebrovascular y en un 16% los fallecidos por enfermedad de las coronarias del corazón. Razones no faltan, habida cuenta que en nuestro medio, un 49% de la enfermedad isquémica cardíaca y el 62% de las enfermedades cerebrales vasculares son atribuibles al consumo excesivo de sal.

¿Quieres saber la cantidad de sal que comes al día?
La educación efectiva de los consumidores para reducir el consumo de sal es necesaria. Desde el sistema sanitario se insiste a los sujetos de riesgo de la necesidad de evitar la sal en las comidas. Y es interesante el recurso de AECOSAN: Plan CUIDATE+: menos sal es más salud que mediante infografías, fichas y recursos de medición explica el contenido de sal/sodio en los alimentos que consumimos.


Pero reducir significativamente la cantidad diaria de sal sin la participación de la industria alimentaria y de los consumidores es prácticamente imposible. En 2005, un acuerdo entre el Ministerio de Sanidad y Consumo, la Confederación Española de Organizaciones de Panaderías (CEOPAN) y la Asociación Española de Fabricantes de Masas Congeladas (ASEMAC) posibilitó la reducción progresiva en cuatro años, del porcentaje de sal utilizado en la elaboración de pan, desde 22 g de NaCl/kg de harina hasta 16,3 g de NaCl/kg. Medida que de forma imperceptible al paladar del consumidor logró fue potencialmente exitosa si consideramos que el consumo medio por habitante de pan fresco normal en España era de 96,88 gramos. Pero un reciente análisis publicado en OCU Salud comprueba que ha existido incremento del contenido de sal en las barras de pan, presentando en 2013 un 16% más de sal que en 2006.

Tomado de OCU Salud nº112 febrero 2014

Además esta misma fuente hace notar que algunos productos que han analizado han aumentado de forma importante su contenido en sal destacando entre ellos: los sucedáneos de angulas (+20%), fuete y jamones cocidos (+69%) y, bollos y galletas (¡+118%!) ¡Pocos piensan en la sal que contienen "estos dulces"!

Bien ahora se van a poner en práctica más iniciativas para seguir trabajando en esta dirección: Plan 2014 de reducción de sal y grasa en los de derivados cárnicos elaborados por los  carniceros/charcuteros  artesanales”, convenio firmado, en julio de 2012, por AESAN, CEDECARNE y AFCA y de dos años de duración para el desarrollo de un Plan de reducción de  grasa y sal en la elaboración y venta de productos cárnicos y charcutería de elaboración artesanal en los comercios minoristas para conseguir productos con una composición con un 10% menos de sal y un 5% menos de grasa y sobre el que  AECOSAN ha realizado el pasado 19 de mayo una interesante jornada informativa cuyo contenido y presentaciones puedes consultar aquí.  

Con estas experiencias de convenios entre la administración y la industria cabe ahora preguntarse si no sería posible su extensión a otros campos como limitar las grasas trans en ciertos alimentos transformados o el azúcar en los refrescos.

A propósito si quieres saber qué alimentos evitar para diminuir de forma relevante la sal en tu dieta aquí tienes un buen esquema.

Tomado de Manual práctico de Nutrición y Salud, Kellogg's, 2012