jueves, 24 de julio de 2014

Si bebes (alcohol) no conduzcas pero si conduces hidrátate



Y cuando llega el verano, también llegan las ansiadas vacaciones. Unos se van de viaje por unos días y otros… para siempre. Alex Angulo ha sido de los que se ha ido para casi siempre, al salirse de la vía el vehículo que conducía. Para casi siempre porque ser actor (buen actor) hace posible su presencia a voluntad, aunque lamentablemente sólo sea virtual. Lo descubrí como Castellote en la serie Periodistas y lo recuerdo como el cura Ángel en El día de la bestia, otro gran Alex lo dirigía. Su fulminante y rápido adiós es uno más de los que, por desgracia, ocurren a menudo. Uno siempre tiene la impresión de que suceden demasiado a menudo, de que pocos son muchos.


Los meses de julio y agosto concentran alrededor del 20% de los fallecidos anuales en carretera (19,8% en 2008 y 18,4% en 2012).



Y es que el cocktail de alta temperatura, relajación, somnolencia y deshidratación (entre otros) es un combinado que puede resultar en fatiga, pérdida de la atención o perdida de la concentración para la conducción. Suponen un enorme riesgo ya que hace que no se vea un 30% de la información del tráfico, aumenta los errores en la percepción de distancias y velocidades y aumentan exageradamente (en un 86%) el tiempo de reacción ante un obstáculo.

Recientemente un estudio realizado por el RACE (Real automóvil club de España) a través del Observatorio español de conductores - DUCIT, nos alerta de aquello que los conductores dicen realizar “muchas veces”. Cabe destacar que un 16% no suele, en viajes largos, descansar cada dos horas ni respetar los límites de velocidad (11%) o bien que manejan el móvil en la conducción (7,1%), comen mientras conducen (4,4%) o que lo hacen después de ingerir alcohol (1,5%). Insisto de forma habitual.

Conscientes del problema ANFABRA (Asociación de bebidas refrescantes) ha lanzado una campaña junto a RACE y la DGT para recordar un triada interesante a fin de prevenir estos accidentes: parar cada dos horas, realizar estiramientos e hidratarse. 

  • Parar cada dos horas es una idea relativa que puede equipararse a doscientos kilómetros o bien podemos reducirla a 150 km o bien una hora y media cuando conducimos en situaciones adversas (noche, lluvia, etc…)
    Ejemplos de estiramientos
  • Cuando se hacen los descansos, debemos aprovechar para airearnos podemos caminar un poco y realizar alguno estiramientos básicos de brazos, piernas, cuello y espalda.
  • Es un momento ideal para hidratarse. ANFABRA aboga por un refresco azucarado y sin alcohol. La parte del alcohol es incontestable y, aunque tomar un refresco azucarado no supone mayor problema, la hidratación adecuada en el contexto de una alimentación regular en sentido horario, puede permitirse prescindir de él. Todos los alimentos (y bebidas: zumos, etc.) con hidratos de carbono en última instancia circulan como glucosa en la sangre y por lo tanto “nutren” el cerebro.
He aquí otros consejos sobre hábitos que deben respetarse: revisar y consultar los medicamentos que puedas estar utilizando porque algunos interfieren de forma importante la conducción con garantías; dormir antes del viaje lo suficiente para hacerlo descansado; crear una temperatura agradable (22º aprox.) en el interior del vehículo; calcular la ruta programando paradas periódicas; realizar comidas poco copiosas con abundante líquido (gazpachos, zumos, frutas, etc …) y,  saber reconocer los signos del cansancio (parpadeos, malestar físico, calambres y automatismos erróneos).

Quien quiera tener unas pautas sobre alimentación y conducción les recomiendo este folleto divulgativo de la DGT: Comer bien y conducir mejor.

Acceso al folleto
* Quiero agradecer a Antonio Cilla del grupo de investigación Bionutest de la Universitat de Valencia, la sugerencia para que tratara este tema y la información sobre la la campaña "Un refresco, tu mejor combustible" facilitada.

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